El greenwashing o el comercio verde

El Reglamento de la UE 2020/852 del Parlamento Europeo define el greenwashing como una práctica comercial que tiene el objetivo de obtener una ventaja competitiva comercializando un producto respetuoso con el medio ambiente, pero en realidad no cumple con los requisitos medioambientales básicos.

Muchas empresas recurren a estrategias de marketing comercializando productos bajo la etiqueta de “verde” o “eco” con la intención de mejorar su posición, marca y producto, en un mercado cada vez más concienciado en la ecología y el medio ambiente. Un compromiso por parte de las empresas y grandes corporaciones que nada tiene que ver con la ética empresarial pero que les permite mejorar su imagen pública y por consiguiente dotarse de una identidad positiva.

Según la Comisión Europea se trata de una práctica muy extendida utilizando afirmaciones exageradas, falsas o engañosas que se podrían considerar prácticas comerciales desleales según la normativa de la UE. En esta línea, según el estudio de The Harris Poll para Google Cloud el 58% de los directivos del mundo admiten que la hipocresía verde es una realidad y que las organizaciones exageran los esfuerzos sostenibles que hacen, en España, esta cifra es mucho más alta llegando al 72%.

Estos datos ponen de manifiesto las malas prácticas de muchas empresas, confundiendo y engañando al consumidor y poniendo en riesgo la credibilidad de las empresas que sí tienen consciencia ecológica. Un concepto de marketing que pervierte el mercado.