Hoy en día, el plástico forma parte de tantos utensilios de nuestras vidas, que prácticamente ya no somos conscientes de que están hechos de plástico. Sin embargo es el causante de la mayor contaminación del ecosistema marino y por supuesto terrestre.
El abordaje del Plástico desde la Economía Circular requiere de un liderazgo influyente y con capacidad de producir cambios en normativas y reglamentaciones.
Por ello, el plástico fue identificado, a través del trabajo inicial de la Fundación MacArthur junto con el Foro Económico Mundial y McKinsey and Co., como una de las cadenas de valor más representativas del modelo lineal actual y se ha convertido en el centro de la primera Iniciativa Sistémica de la Fundación MacArthur.
En la nueva economía, el plástico nunca debe convertirse en basura ni contaminar el medio ambiente. Para lograr una Economía Circular del plástico se requieren tres acciones.
- Eliminar todos aquellos ítems dónde el plástico es innecesario y pueda sustituirse por materiales reciclables.
- Innovar para asegurar que los plásticos que sean necesarios puedan ser reutilizados, reciclados o convertirse en compostables.
- Introducir la circularidad en todos los ítems plásticos que usamos manteniéndolos en la economía y fuera del medio ambiente.
Esta visión circular del plástico tiene 6 puntos clave:
- Eliminación del plástico innecesario y problemático del empaquetamiento mediante el rediseño y la innovación, suministrando nuevos modelos de materiales reciclables.
- Aplicar materiales de reutilización, eliminando los embalajes, empaquetamientos e ítems plásticos de un solo uso.
- Todos los embalajes de plástico deben ser al 100% reutilizables, reciclables y compostables.
- En todas las acciones, los plástico son reutilizables, reciclables y compostables.
- Desacoplar completamente el consumo del plástico de los recursos finitos.
- Todo embalaje de plástico biodegradable debe estar libre de peligros químicos respetando el derecho a la salud de las personas.
La concienciación sobre el uso del plástico debe conseguir hacer consciente ese uso para poder sustituirlo, en todo aquello que sea posible, por materiales reutilizables, reciclables y compostables.
Algunas estremecedoras cifras sobre el plástico:
Si hacemos un poco de historia, debemos reconocer que en los años 60 el plástico estaba de moda, así en 1964 se producían 15 millones de toneladas de plástico en el mundo durante ese año. Actualmente se producen 10 toneladas de plástico por segundo y la mitad de ese plástico es de un solo uso.
El plástico está tan omnipresente en nuestras vidas y en todos los rincones de los ecosistemas, que incluso su presencia se ha detectado en la cadena alimenticia humana.
En España, en un solo día, utilizamos 13 millones de pajitas para la bebida, 4 millones de vasos de plástico para café y 9.500 millones de botellas de bebida.
El plástico tarda de 300 a 450 años en degradarse.
Estas cifras deben servir para concienciar y actuar en consecuencia. Como individuos y ciudadanos rechazar todo plástico innecesario en nuestras actividades. Solicitar embalajes de materiales reciclables en actividades comerciales o de consumo. En definitiva, desacoplar el plástico de la función lineal de usar y tirar.
Fuentes: