El economista y profesor de Management en Massachusetts Institute of Technology (MIT), Otto Scharmer expresaba en una entrevista reciente que “…Estamos en un abismo y… somos una civilización que se acaba” (La Vanguardia, 24 ago. 2020).
Refería, de forma más optimista, “…estamos a punto de cruzar un umbral de posibilidades y cambios”. Uno de estos cambios es la transformación de la economía, de la política, de gobernar y de la toma de decisiones. Su teoría de la U, se basa en la transformación social, económica y personal, basada en la “forma” del cómo hacemos las cosas, el nivel de conciencia con el que actuamos y por ello, la calidad de los resultados dependen de la calidad de la consciencia y atención en que operamos. Escuchar, observar, abrir la mente, el insight interior y la voluntad para descubrir fuentes de las cuales se generan nuevas ideas. Decía Einstein “Los problemas no pueden resolverse en el nivel de consciencia que los creo”.
El Cambio Climático y las oscuras previsiones globales de futuro para el planeta unido a la crisis global por la pandemia del SARS-Covid-19, están exigiendo un cambio en las formas de producir y de consumir, en definitiva un cambio transformador de estructuras obsoletas ante los retos futuros a los que debe afrontar la humanidad.
En Europa el ambicioso proyecto “EU Green Deal” (Comisión Europea) pretende descarbonizar Europa de forma total antes del 2050 (Ursula von der Leyen). Se han creado unos fondos para la recuperación europea que pueden llegar a suponer para España unos 140 mil millones de euros, una oportunidad para las empresas de crear planes para una transición ecológica.
La Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) -España Circular 2030- aprobada recientemente, pretende transformar nuestro sistema productivo en uno más sostenible y cambiar el patrón socioeconómico de “comprar, usar y tirar”. Su marco normativo permitirá orientar a las empresas hacia la gestión circular de sus activos y de responsabilidad en sus inversiones.
La Economía Circular significa: diseño-rediseño, reducción, reutilización, recuperación, reparación, remanufacturación. Significa modelos de negocio que aumentan el ciclo de vida de los productos y de los materiales, facilitan su recuperación y permitan su trazabilidad. Ello comportará una forma de seguimiento del producto o material para su posterior recuperación y transformación. La transformación digital está en el centro del metabolismo de la circularidad de recursos y materiales.
En definitiva, si no se incorpora el proceso industrial 4.0 o Transformación Digital, en todo el proceso productivo, la Economía Circular no podrá ir más allá del reciclaje y el compostaje.
El monitoreo y automatización de procesos, el desarrollo de software para trazabilidad, conectar la oferta y la demanda, diseño y rediseño de productos, ciencia de los materiales, biotecnología de materiales, productos que incorporen el internet de las cosas (IoT), Blockchain e inteligencia artificial (IA). En definitiva, la digitalización podrá a su vez permitir la transformación a una economía más sostenible para el planeta y puede ser decisiva para generar el desarrollo de empresas y emprendimiento que desde una visión global actúen localmente para su territorio, generando empleos y beneficios ambientales.
Fuentes:
“4 systemic hotspots for circular waste management: A Danish case study” circularonline.co.uk (Oct. 2020).
“La digitalización en la industria” Aspromec (26 mar. 2019).
“La revolución de la industria 4.0, un aliado clave para la Economía Circular” blogs.upm.es (enero 2019).